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Olivie Blake

Los seis de Atlas

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  • Alison Reynosociteerde uit6 maanden geleden
    los hombres pueden amar algo prohibido, en la mayoría de los casos el conocimiento; y más aún el conocimiento perdido
  • Fanny Vargasciteerde uit8 maanden geleden
    —Porque el problema con el conocimiento es el hambre insaciable, señorita Rhodes. Cuanto más tienes, menos crees que sabes. Por ello los hombres suelen perder la cordura en su búsqueda.
  • Fanny Vargasciteerde uit8 maanden geleden
    No había nada más peligroso que una mujer consciente de su valor.
  • Fanny Vargasciteerde uit8 maanden geleden
    La gente que hacía cola para ver la Mona Lisa no sabía los nombres de los otros cuadros que había allí y no tenía nada de malo.
  • Fanny Vargasciteerde uit8 maanden geleden
    Cuidado con el hombre que se enfrenta a ti sin armas.

    Si a sus ojos no eres tú el objetivo,

    puedes estar seguro de que entonces eres el arma.
  • Jasmin Figueroaciteerde uit2 jaar geleden
    LA MORALEJA DE LA HISTORIA:

    Cuidado con el hombre que se enfrenta a ti sin armas.

    Si a sus ojos no eres tú el objetivo,

    puedes estar seguro de que entonces eres el arma.
  • Denis Fdzciteerde uit2 jaar geleden
    La Libby Rhodes que conocía Tristan era una colección de imperfecciones, una constelación de marcas olvidables. De cosas que ella se esforzaba por ocultar, pero nunca a él.
  • Denis Fdzciteerde uit2 jaar geleden
    Estás buscando… no lo sé. Las otras partes.

    Libby puso una mueca.

    —¿Otras partes de qué?

    —¿Cómo voy a saberlo? De ti misma, tal vez. —Resopló—. Da igual, no hay otras partes, Rhodes. No hay nada más. Solo estás tú.

    —¿Qué significa eso?

    —O que estás completa o que no lo estás. Deja de buscar. Está justo ahí —le informó, agarrándole la mano con impaciencia y arrojándosela al pecho. Ella lo fulminó con la mirada y se apartó de su lado, dolida—. O es suficiente para ti o nada lo será nunca.

    —¿Esto qué es, un sermón?

    —Eres un peligro de incendio, Rhodes. Así que para de disculparte por los daños y deja que el idiota arda.
  • Denis Fdzciteerde uit2 jaar geleden
    El dinero no compraba la felicidad, pero nada podía comprar la felicidad, y el dinero, al menos, podía comprar todo lo demás
  • Denis Fdzciteerde uit2 jaar geleden
    En su opinión, los dos eran estrellas binarias atrapadas en el campo gravitacional del otro y fáciles de apagar sin la fuerza opuesta del otro. No le sorprendió reparar en que uno era diestro (Nico) y la otra zurda (Libby).
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