Leon Leyson

El chico sobre la caja de madera

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  • Lupita Esparzaciteerde uit6 jaar geleden
    «Aquel que salva una vida, salva al mundo entero».
  • Dany Herondaleciteerde uitvorig jaar
    Mi padre cometía el mismo error que muchos: creer que los alemanes con los que ahora lidiábamos eran como los que habían conocido antes. No tenía idea, nadie podría haberla tenido, de la falta de humanidad y de la maldad ilimitada de este nuevo enemigo.
  • Dany Herondaleciteerde uitvorig jaar
    Como yo aún no tenía doce años, no llevaba el brazalete; cuando tuve edad suficiente para usarlo, decidí no hacerlo. Aun a pesar de que mi confianza había sido sacudida por todo lo que ya había visto y experimentado, muchas veces desobedecía las reglas y me burlaba de los nazis. En cierto modo, utilizaba sus propios estereotipos en su contra, ya que no había en mi aspecto nada que me delatara como judío. Con mi cabello espeso y oscuro y mis ojos azules, me veía como cualquier otro niño polaco. De vez en cuando me sentaba en una banca del parque solo para demostrarme que podía hacer lo que se me antojara y, así, a mi manera, ejercía mi propia resistencia.
  • Lilián Carrascociteerde uit3 jaar geleden
    Una vez dijo: “La verdad es que no he vivido mi vida a la sombra del Holocausto”.
  • Lilián Carrascociteerde uit3 jaar geleden
    Yo, un chico judío, tenía que luchar para vivir todos los días en aquellos tiempos. No tenía otra opción. Él, un nazi con mucho poder, sí tenía opciones. Pudo habernos abandonado incontables veces, pudo haber huido llevándose su fortuna. Pudo haber decidido que su vida dependía de hacernos trabajar hasta morir, pero no lo hizo
  • Lilián Carrascociteerde uit3 jaar geleden
    No puedes sentarte ahí –dijo–. Los asientos traseros son para los negros. Tienes que cambiarte a la parte delantera.

    Sus palabras me golpearon como una bofetada. De repente retrocedí en el tiempo hasta Cracovia, cuando los nazis ordenaron que los judíos nos sentáramos en los asientos traseros de los tranvías (antes de prohibirnos directamente viajar en transporte público). El contexto era muy diferente, pero de todos modos casi hizo explotar mi cabeza. ¿Por qué existía algo así en los Estados Unidos?
  • Lilián Carrascociteerde uit3 jaar geleden
    Todos habíamos vivido en nuestras propias versiones del infierno y todavía estábamos tratando de procesar lo que habíamos experimentado. Ninguno de nosotros sabía qué hacer con el enorme peso de los recuerdos. A veces el dolor de nuestro sufrimiento afloraba a la superficie y amenazaba la amistad frágil que estábamos forjando.
  • Lilián Carrascociteerde uit3 jaar geleden
    A medida que el tren se dirigía al este, me permití hacer algo que no había hecho en mucho tiempo: pensar en el futuro. Durante los últimos seis años, imaginar el futuro significaba únicamente pensar cómo sobrevivir a la siguiente hora, cómo encontrar la próxima migaja de comida, cómo escapar del próximo roce con la muerte
  • Lilián Carrascociteerde uit3 jaar geleden
    Mis padres habían sobrevivido a estos ataques, llamados pogroms, en los primeros años del siglo XX.
  • Lilián Carrascociteerde uit3 jaar geleden
    Pero sí tenía una ventaja que superaba todo lo demás: Oskar Schindler pensaba que mi vida tenía valor. Creía que valía la pena salvarme, aun cuando darme esa oportunidad pusiera su propia vida en peligro.
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