We gebruiken cookies om de ervaring met de Bookmate-website en onze aanbevelingen te verbeteren.
Lees onze cookiebeleid voor meer informatie.
Accepteer alle cookies
Cookie-instellingen
Svg Vector Icons : http://www.onlinewebfonts.com/icon Er is iets misgegaan. Probeer het opnieuw.
Los Living, Martín Caparrós
es
Boeken
Martín Caparrós

Los Living

  • Diego Camposciteerde uit5 jaar geleden
    Nos quieren convencer de que formamos parte de grandes conjuntos –una comunidad, una ciudad, un gremio, un país, la humanidad– y después resulta que cuando uno hace algo tan decisivo como nacer le importa a siete u ocho
  • Rafael Ramosciteerde uit9 uur geleden
    –Vamos a ver: ¿para qué sirve, si no, que seamos hombres?
    –No sé. ¿Para hacer cosas más complicadas?
    –Complejas, te decía, complejas, no es lo mismo. Eso que solían llamar cultura. ¿A vos te enseñaron en la escuela cómo empieza la cultura?
    –Seguro que me lo enseñaron, sí.
    –¿Y?
    –¿Y qué?
    –¿Y cómo fue?
    –No sé, no me acuerdo.
    –¿No te enseñaron que empezó cuando los hombres empezaron a cuidar a sus muertos, a guardar o quemar o enterrar a sus muertos?
    –Sí, creo que eso me lo enseñaron.
    –¿Y era una forma de olvidar a sus muertos o de recordarlos?
    –No sé, maestro. De olvidarlos, supongo, de dejarlos atrás. O de recordarlos, también, porque para dejarlos atrás alcanzaba con tirarlos a la entrada de la cueva y que se los comieran los zorrinos, ¿no?
    –O sea: una forma de olvidarlos y de recordarlos.
  • Rafael Ramosciteerde uit9 uur geleden
    –No se enoje, maestro. Yo creo que tenemos miedo de tener a nuestros muertos porque nos da miedo de que el tiempo se enrosque.
    –Bien ahí. ¿Cómo de que el tiempo se enrosque?
    –Y sí, eso. Que los muertos se queden, que el tiempo no pase como debería, que no sepa para dónde ir, que todo se confunda.
    –Interesante. ¿Vos pensás que si uno tiene a la abuela embalsamada en el living el tiempo se le enrosca?
    –Sí, eso le estoy diciendo.
    –Ya sé que me lo estás diciendo. Pero, además, ¿lo pensás?
    –No sé.
  • Rafael Ramosciteerde uitgisteren
    Es así: hay muchas personas –usted, una de ellas– que creen que no hay nada más terrible que morirse. Dicen bueno, qué puede ser peor, nada más espantoso que la nada. Y muchos, de hecho –los más afortunados–, se mueren sin saber cuánto se equivocaron. Pero usted, lamento decírselo, de verdad lo lamento, va a ser uno de los que llegan a saberlo. O, quizá, si lo ayuda la suerte, sólo lo vislumbre.
    Aunque va a tener, se lo digo desde ya, un tiempo largo para darse cuenta. Al principio van a ser tonterías, nimiedades: tarde va a aprender que todo empieza mucho antes de que parezca que ha empezado. Un día, por ejemplo, poco antes de cumplir sesenta y cinco, usted se va a olvidar del nombre de su perro. Y se va a sorprender: usted habrá tenido ese perro –este mismo cachorro que nos mira con babasya tanto tiempo, usted lo habrá paseado tantas noches, le habrá comprado tanto bofe, lo habrá llevado incluso alguna vez de urgencia diarreico a la veterinaria, que no puede entender cómo, de pronto, se va a olvidar de que se llama Trueno. Pero usted, esa tarde –un sábado a la tarde, tras dos tiras de asado, vino y una siesta, justo antes de juntarse en el café con cuatro compañeros de la sección Envíos para ver el partido de Boca por la tele– querrá llamarlo para sacarlo un rato y la palabra se le va a quedar atragantada.
  • Rafael Ramosciteerde uit5 dagen geleden
    –Una madre es tantas cosas que ningún mortal podría decirlo. Pero yo les digo, mis hermanos, por ahora, sólo por ahora, una de sus aristas o facetas: una madre es la persona que imagina, para un bebé, un niño, cualquier persona en su cuarto creciente, un futurito. No digo un gran futuro, mis hermanos: ningún futuro es más grande que otros porque todos son el mismo, todos nos llevan a lo mismo, gracias sean dadas al Señor.
  • Rafael Ramosciteerde uit5 dagen geleden
    –... una madre no es una bestia fornicadora que, en un instante de lujuria, llena una parte de su carne con algún trozo de otra carne y, de resultas, le queda una carnecita que le crece. ¿Es eso una madre, mis hermanos?
    –No, padre, eso no es.
    –¿Ustedes saben qué es una madre, mis hermanos?
    –No, padre, no no no. ¿Qué es una madre, padre?
    –¿Ustedes saben algo, mis hermanos?
    –No, padre, no no no
  • Rafael Ramosciteerde uit5 dagen geleden
    Nelson había terminado una jornada de diez horas paleando cal en una obra y, con la caída del sol, tres compañeros le propusieron que los acompañara a tomar una cerveza. Nelson les dijo, como solía, que no gracias, que tenía algo que hacer; cuando caminaba hacia la parada del colectivo empezó a imaginarse que realmente tenía algo que hacer: que debía ir a su casa, bañarse, vestirse, sacar su coche e ir a buscar a su novia para invitarla a comer tremenda feijoada en un restorán de la avenida Atlantica; que después se irían a bailar, beberían algo fresco, se besarían como si importara. Nelson tardó un momento en recordar que no tenía una casa ni una ducha ni mucho menos coche ni novia ni la más remota posibilidad de ir a un restorán de la avenida; de pronto, su mundo fue carencia pura. Pensó en ir a buscar una mujer a João de Souza y le dio asco –o esa forma del asco que es sobre todo pena por uno mismo: la peor.
  • Rafael Ramosciteerde uit5 dagen geleden
    Nelson había llegado a ese punto raro, quizás envidiable, en que una persona consigue no pensar que su vida debería ser, si existiera alguna forma improbable de justicia, distinta de lo que es. O incluso que, por cualquier otra razón, puede llegar a ser distinta. Muchas personas no lo consiguen nunca; Nelson, entonces, no se dio cuenta de que lo había logrado. No lo entendería, en verdad, hasta mucho después
  • Rafael Ramosciteerde uit9 dagen geleden
    a veces le decía cosas que me dejaban pensando: lo mejor de mi diálogo conmigo.
    –Mi amor por vos es incondicional. No depende de tonterías como que existas o no existas.
  • Rafael Ramosciteerde uit9 dagen geleden
    «Ser chico es ser grande», decía su eslogan, que se convirtió de pronto en la consigna de mamá: «Cualquier cosa que haga un chiquitito –la autora o su traductor insistían en la palabra chiquitito, que fue, de ahí en más, el nombre oficial de mi apariencia– será más valorada por el mundo, que le dará el peso de lo que hacen los que parten desde una posición aparentemente desventajosa: nuestro mundo valora más que nada lo que logran los que no están en condiciones de lograrlo, la hazaña del self made man. El chiquitito es el self made man por excelencia –decía–, porque se ve tan claro que no ha sido hecho como debería y debe hacerse: ésa es su ventaja, y cada chiquitito debe aprenderla, aprovecharla.»
fb2epub
Sleep je bestanden hiernaartoe (maximaal 5 per keer)