La filial del infierno en la Tierra

No creo en «la humanidad». No he creído nunca en ella, sino en Dios, y en que la humanidad, sin Su merced, es un pedazo de mierda.

Esos simios desconocen las buenas costumbres. No se desprenda usted de nada. ¡¡¡No proteste de ninguna manera!!! Guarde silencio... O luche, lo que le parezca más sensato.

El hombre ya no se conmueve cuando se vulnera y asesina la condición humana

Pero hoy en día se pertrecha a la bestialidad con explicaciones bestiales, que son aún más atroces que las propias bestialidades.

ero lo que no está claro es cuándo un entorno igualmente enfermo y desconcertado reconoce la estupidez, la bestialidad, el desvarío.

Está claro que los imbéciles cometen estupideces; las bestias, bestialidades; y los locos, desvaríos: todo ello es suicida.

No rendirse a aquello que precipitadamente se denomina destino.

Resignémonos a lo que comúnmente se califica de inevitable y que en realidad podría evitarse.

Y el mejor consejo que se le puede dar al lector es el siguiente: ¡que tan sólo confíe incondicionalmente en las frases interrogativas!

He oído decir que también hay perros que llevan el bozal con dignidad.