En tanto que existo, existo de cara a un sentido y a unos valores; en tanto que existo de cara a un sentido y a unos valores, existo de cara a algo que me rebasa necesariamente en valor, que es de un rango esencialmente superior a mi propio ser; en suma: yo existo de cara a algo que no puede ser algo, sino que tiene que ser un alguien, una persona o por exceder totalmente de mi persona una superpersona. Es decir: en tanto que existo, existo de cara a Dios.