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Boeken
Tomasz Jedrowski

Nadar en la oscuridad

  • Sócrates Ramírezciteerde uit3 jaar geleden
    Pese a la carta de Karolina, pese a la boda, me he aferrado a la idea de nosotros, explorando rostros en busca de algo conocido, buscando lo familiar en lo extraño. Cuando, en realidad, lo familiar ya se había convertido en algo extraño, y el hogar había dejado de ser hogar. Ambos han seguido viviendo y cambiando sin mí.
  • Aida Rodriguezciteerde uit9 uur geleden
    —No tengas miedo.

    Lo dijiste de una manera —en voz baja y con calma— que me perforó
  • Aida Rodriguezciteerde uit9 uur geleden
    La forma en que me mirabas me hacía creer que no me juzgabas. A lo largo de la vida no conocemos a demasiadas personas que nos transmitan esa sensación.
  • Aida Rodriguezciteerde uit9 uur geleden
    No soportaba mirarte mientras pensaba.
  • Aida Rodriguezciteerde uit9 uur geleden
    Te evitaba para que tú no pudieras evitarme. No quería estar al alcance de tu poder.
  • Aida Rodriguezciteerde uit10 uur geleden
    Egoísmo. Crecer hasta convertirse en uno mismo no es más que egoísmo.
  • Aida Rodriguezciteerde uit10 uur geleden
    ya no pienso fingir que te he borrado de mi mente. Hay cosas que no se pueden borrar con silencio. Hay gente que tiene ese poder sobre ti, te guste o no. Ahora empiezo a verlo. Hay personas y hechos que te hacen perder la cabeza. Son como guillotinas; te dividen la vida en dos: lo vivo y lo muerto, el antes y el después.
  • Aida Rodriguezciteerde uit11 uur geleden
    Pienso en tu rostro mientras me levanto, mientras me muevo en la oscuridad, de la cama a la ventana, con la ropa tirada por el suelo como pensamientos inconclusos.
  • Miguel Gómez Vicariciteerde uit2 jaar geleden
    brillaba el pelo negro bajo la luz blanca e intensa del comedor, y se te veía concentrado de un modo extraño, con una mirada ligera pero implacable que despertaba en mí tanto envidia como deseo. Era como si tu sola presencia ya me dominara, como una profecía que no podía interpretar.
  • Miguel Gómez Vicariciteerde uit2 jaar geleden
    la cabeza y recorrí la fila con la mirada para encontrar a Karolina, pero, en su lugar, mis ojos se posaron sobre ti. Nunca te había visto, o al menos nunca me había fijado en ti. Sin embargo, sentí un alivio extraño, como si hubiera reconocido a alguien.
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