En 1921, el ‘sí-mismo’ emergió como concepto psicológico. Jung lo define como sigue:
En la medida en que el yo es sólo el centro de mi campo de consciencia, no es idéntico a la totalidad de mi psique, si no que es meramente un complejo entre otros complejos. De ahí que yo establezca una distinción entre el yo y el sí-mismo, por cuanto el yo es sólo el sujeto de mi consciencia, pero el sí-mismo es el sujeto de mi psique entera, también, por tanto, de la psique inconsciente.