Esposa, hija, novia, el vapuleo constante, el «suceso aislado» que sigue ocurriendo, los veinte años de sucesos aislados, el cruel martilleo psicológico de las palabras; mujeres con los nervios fundidos y la mente como un circuito en llamas, asustadas, molidas a golpes hasta dejarles la carne más tierna que el solomillo.