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Boeken
Esther Seligson

Toda la luz

  • María Fernanda LLciteerde uit2 maanden geleden
    Tampoco construir en el recuerdo parecía útil, no por doloroso —no había transcurrido el tiempo pertinente, y la mordedura de la nostalgia, del arrepentimiento, guardaba intacta su lenta agonía—
  • Maraciteerde uit6 maanden geleden
    mundo y los seres se rigen por una sucesión que nada tiene que ver con lo imprevisto o el desconcierto, un orden cuya ley, dado el caso, no se rompe impunemente
  • Karen Rojas Kauffmannciteerde uit2 jaar geleden
    “Y si quisiera preguntarte —insistió, mirando del otro lado de la ventana el parque frente al café donde estaban sentados— qué dijimos y qué hicimos, qué había alrededor, y me dejara acariciar y nos tendiéramos juntos a olvidar, como ignorábamos entonces que había un futuro y un pasado y que algún día recordaríamos ese instante como un algo inolvidable, ¿lograríamos darnos sin que el desgaste de los días, el hastío, el desamor, nos precipite en la añoranza de aquel tiempo irrealizado? ¿Por qué ni siquiera ahora sé cómo éramos?
  • b0589265497citeerde uit2 jaar geleden
    Huye Penélope, la pusilánime, la difusa, que no te asalte, que no te atrape el desengaño. Ya no tendrás lo que no tienes, ya no compartirás lo que no compartirás ni perteneces al mundo del que hoy se acerca trayendo un rostro desconocido, aliento de lejanías, el tacto áspero, la pupila sin memoria
  • Karen Rojas Kauffmannciteerde uit2 jaar geleden
    Porque la suya había sido un amplio conjunto de grandes ventanales que la entregaban a la luz del mediodía, las cortinas ligeras, los muebles luminosos y ningún retrato pendiente de sus muros blancos, sin péndulos o candiles, todo con la sensación de una próxima y súbita partida que dejaría a los libros, cuadros, ceniceros e incluso flores, habitados por una espera quieta y un retorno incierto, dormidos como bajo un hechizo.
  • Karen Rojas Kauffmannciteerde uit2 jaar geleden
    pero ahora, ¿podremos alcanzarnos en aquel sueño cuando ya nos hemos sustituido mutuamente en la trama de lo cotidiano?
  • Karen Rojas Kauffmannciteerde uit2 jaar geleden
    Entonces recordaron una noche (¿o fue un amanecer?) en que ella lo esperaba (¿o la esperaba él?) detrás de la casa para irse a sentar sobre las piedras que emergían de entre el río. Jugaban a ser grandes, pero tenían miedo de tocarse, y su brazo en la cintura era el único abrazo y un ligero roce en los labios el único beso. De pronto crecieron, y los ojos se les llenaron de cosas ajenas al río, y sus cuerpos fueron sembrados por otras caricias que cristalizaron en sus mundos subterráneos, abriendo sus flores nocturnas en la memoria de la carne. “Quizá porque éramos tan jóvenes —continuó— nos envuelva ahora su añoranza.
  • Karen Rojas Kauffmannciteerde uit2 jaar geleden
    Huir, huir. ¿Hacia dónde? Era un eco que se confundía en la oscuridad con el ruido del tren. Dormía un sueño inquieto poblado de formas nebulosas que se negaban a aflorar, y se decía que nunca sabemos por qué lo que amamos se va así, sin ruptura, orientándose suavemente hacia la ausencia, ni por qué es inútil intentar rescatarlo del olvido, aunque quizá fuera porque los recuerdos nunca son afines. “¿Puedo saber —le preguntó— si al invocar una noche vendrá aquélla en la que piensas?
  • Ariana Cuadrosciteerde uit3 jaar geleden
    Le faltan letras al alfabeto, dices, para poder formar los nombres de tantos sentimientos inexpresables, inexpresados en la escasez de palabras, y yo te digo que nos falta vida, que pesan demasiadas añoranzas para tan poco tiempo, que bullen demasiadas ansias en tan poco espacio.
  • Ariana Cuadrosciteerde uit3 jaar geleden
    faltan letras al alfabeto, dices, para poder formar los nombres de tantos sentimientos inexpresables, inexpresados en la escasez de palabras, y yo te digo que nos falta vida, que pesan demasiadas añoranzas para tan poco tiempo, que bullen demasiadas ansias en tan poco espacio.
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