—Tendrías que decir más bien que he convertido el metal en acero.
Enterré la nariz en su pelo y le besé la oreja.
—Lo que sea con tal de que puedas dormir esta noche, señor acosador —
Karen Menesesciteerde uitvorig jaar
—Tate, eres mía, y yo soy tuyo. Cada día te darás más cuenta de ello. Cuando lo creas por completo y no tengas dudas, entonces me habré ganado tu confianza.
Karen Menesesciteerde uitvorig jaar
—Lo han visto todos —sollocé. Me dolía el pecho—. ¿Por qué me ha hecho eso?
—No lo sé. Por una vez, no sé qué mierda pasa. Tenemos que hablar con él