22 Voces Vols. 1 y 2

la exhumación sin sentido del cadáver de un mal recuerdo

que me veía con su sonrisa hipócrita porque no quería discutir. Me desgas

“¿Te conté sobre lo que estoy leyendo? De un tal Bateman, seguro ha

Las agrupaciones que hice en el párrafo precedente, sin embargo, son arbitrarias: ya el lector podrá hacer sus propios diagramas de Venn, con o sin intersecciones, uniones o cualquier otra forma de representar el mapa producto de su inmersión en estas páginas. Como

o, mientras reparaba la camioneta y yo le pasaba las herramientas, que Sofía va a casarse con Juan Carlos cuando termine la universidad.

Con frecuencia hacemos este viaje en automóvil para ver el cometa. Paso por ella y nos enfilamos por la carretera para alejarnos de la ciudad; yo del trabajo y de un constante estado de crispación; ella de Cheryl y Hannah, sus medias hermanas, guapas y veinteañeras

Detengo el auto en la cuneta, me pongo mi abrigo del ejército norteamericano, guantes y un gorro de lana, y salimos un rato a mirar el cometa Hale-Bopp, también conocido como C/1995 O1. Más allá de ese valle, lo sabemos, están las montañas cubiertas de la nieve que no tardará en derretirse y llegar hasta nuestra ciudad con la crecida del río. Los automóviles pasan en ambas direcciones y también los camiones de carga.

—¿Leíste sobre la secta de California? —pregunta Sofía.

—No, ¿qué pasó

Es que ni Pollock pudo haberlo hecho mejor

O entrecot de res a la mostaza con mole de higos rostizados y puré de mango bañado en salsa de almendras y una pizca de polvo de frijol si quieres ser penetrada encima de la lavadora durante el ciclo de enjuagado —explicó el segundo homosexual.

El homosexual versadísimo en crítica y teoría del arte moderno se deshizo de una escultura que descansaba sobre un pedestal por suponerla harto chabacana (trece hombres sentados alrededor de una larga mesa durante lo que parecía ser una tediosa fiesta de despedida) y en su lugar colocó un mingitorio de porcelana esmaltada, obra de Duchamp (Fuente, 1917).

Hasta me he quitado el poco vello que me crece en el pecho.

—¿Con cera caliente? —preguntó un homosexual del otro lado de la puerta.

—No, con navaja de afeitar