Oía los latidos de mi corazón. Oía el corazón de los demás. Oía el ruido humano que hacíamos allí sentados, sin que nadie se moviera lo más mínimo, ni siquiera cuando la cocina quedó a oscuras.
Alex Vitericiteerde uit5 maanden geleden
Terrible —dijo Mel—. Es terrible, Nicky. Los imagino tirados en el suelo, a la espera de que apareciera alguien y los convirtiera en pinchos morunos.
—Algún vesallo —dijo Terri.
—Exacto —apoyó Mel—. Aparecería algún vasallo y atravesaría a los muy bastardos en nombre del amor. O en nombre de la jodida causa por la que lucharan en aquellos tiempos.
—Las mismas por las que luchamos hoy en día —dijo Terri.
Laura dijo:
—Nada ha cambiado.
Alex Vitericiteerde uit5 maanden geleden
¿Cuál es la puta diferencia? Me has entendido, ¿no? Muy bien —dijo—. No soy culto. He aprendido lo mío. Soy cirujano del corazón, sí, pero no soy más que un mecánico. Voy y entro allí y arreglo cosas. Mierda.