33 Razones para volver a verte

lo siento. No sabes cuánto. Haría cualquier cosa, lo que fuese, por poder volver atrás y cambiarme a mí mismo, cambiar lo que ocurrió, cambiarlo todo. Pero no puedo, Rachel.

A veces te hundes,
caes en tu agujero de silencio,
en tu abismo de cólera orgullosa,
y apenas puedes volver,
aún con jirones
de lo que hallaste
en la profundidad de tu existencia.

Los únicos hermanos que tengo son Luke y Jason.

—Me asusta estar solo —dijo con la voz quebrada.

—Ya lo sé.

—Y no quiero estar con nadie más que no seas tú.

Yo lo siento todo por ti. Todo lo que humanamente puede sentirse, pecosa. Todo.

Sin darle tiempo a replicar, Mike acogió su rostro entre las manos y la besó con decisión, porque jamás había estado tan seguro de algo.

No. Cógelo —pidió—. Yo cocino y tú a cambio lees en voz alta. Descubramos de una vez por todas qué tiene ese Darcy que no tenga yo —

Lo siento, pecosa.

Mike.

Te odio, mamá. Te odio. A ti. Y a él.

Había treinta y tres. Y eran preciosas. Mike deslizó la punta del dedo por esas treinta y tres razones que le habían impulsado a retomar su vida, a incorporarse de nuevo al camino adecuado. Ella siempre sería su punto de referencia.