Álvaro Enrigue

Vidas perpendiculares

Jerónimo Rodríguez Loera es en apariencia un niño mexicano como cualquier otro, pero también es un monstruo: recuerda completo el ciclo de sus reencarnaciones y, con él, todo el comportamiento humano. Al recordar sus vidas, Jerónimo presentará al lector el juego eterno al que se deben sus participantes. Echados ya los puentes sobre el modelo de la novela-río, Vidas perpendiculares es una formulación distinta, una novela cuántica, donde los diversos tiempos y espacios son simultáneos. Sólo así pueden convivir la carga de caballería de Germánico César y el jardinero laguense, la amante napolitana de Francisco de Quevedo y el agitador asturiano en Buenos Aires, la camellera de las estepas mongolas y el muralista que fracasa por ser de derechas, Pablo de Tarso y los cachorros de un Homo sapiens programados para imponer su ADN a garrotazos. Y de esta colisión de realidades emergen los misterios que Enrigue desmadeja: ¿Cómo es que un muchacho turco, tejedor de carpas y destinado al sanedrín, inventó la modernidad? ¿Cómo es que el mayor poeta erótico de la lengua era también el hombre más desagradable de su siglo? ¿Cómo veíamos el mundo antes del habla?
223 afgedrukte pagina’s
Oorspronkelijke uitgave
2008
Jaar van uitgave
2008
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Impressies

  • Alejandra Arévalodeelde een impressie6 jaar geleden
    👍De moeite van het lezen waard

  • Seth Nahúm Contreras Sánchezdeelde een impressievorig jaar
    👍De moeite van het lezen waard
    🔮Verborgen diepten
    🚀Verslavend

  • Paola F.deelde een impressie2 jaar geleden
    👍De moeite van het lezen waard
    🚀Verslavend

Citaten

  • Alejandra Arévalociteerde uit6 jaar geleden
    Me solté un poco más cuando hablamos del año que pasé en Guadalajara en casa de mi abuela; era territorio conocido para ella y un sitio en el que su conversación se llenaba de perlas: despreciaba con veneno y gracia únicos aquella ciudad a la que todos los que la conocemos odiamos pero es anatema decirlo. No es ni ciudad ni pueblo –decía–; no es ni provinciana ni una metrópoli; no es católica y reaccionaria como Puebla o satánica y comunista como el Distrito Federal; no es nada, pero tiene un clima perfecto, así que nadie se va.
  • Alejandra Arévalociteerde uit6 jaar geleden
    Si se ha vivido lo suficiente se sabe que, después de todo, los libros de Freud –tan literarios y potentes– no pasan de interesantes intentos de seducción de un viejo cocainómano y malo en la cama. Cuando mucho mitologías estupendamente escritas: tratados sobre vacas y campanas.
  • Viridiana Caballero Garcíaciteerde uit8 maanden geleden
    No es que seamos difíciles de entender, es que la lengua no alcanza para liberar con claridad las infinitas variables que implica estar dándole vueltas a una cosa todo el día

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