Leila Guerriero

La llamada

  • Alfonso Velascociteerde uit6 maanden geleden
    En su libro Helgoland, Carlo Rovelli, físico teórico italiano, escribe: «[...] no hay un relato unívoco de los hechos [...]. Hechos relativos a un observador no son hechos relativos al otro. La relatividad de la realidad resplandece aquí totalmente. Las propiedades de un objeto son tales solo con respecto a otro objeto. Por tanto, las propiedades de dos objetos lo son solo con respecto a un tercero. Decir que dos objetos están correlacionados significa enunciar algo que se refiere a un tercer objeto: la correlación se manifiesta cuando los dos objetos correlacionados interactúan ambos con ese tercer objeto». Rovelli no habla de periodismo sino de física cuántica. A pesar de que él mismo advierte, burlón, que «la delicada complejidad de la relación emocional entre nosotros y el universo tiene que ver con las ondas Ψ de la teoría cuántica tanto como una cantata de Bach con el carburador de mi coche», arrastro su teoría hasta mi territorio. No siempre, pero sí a veces, con circunstancias tales como día, hora y lugar suprimidas, y detalles como descripción de ropa, gestos y decoración eliminados, a través de piezas desprovistas que colisionan una contra la otra para que de ese choque surja una nueva pieza invisible, sucederá esto: dos objetos correlacionados (no siempre los mismos) interactuarán con el tercer objeto. Que, casi siempre para mal, seré yo.
  • Alfonso Velascociteerde uit6 maanden geleden
    Uno puede relatar, pero lo que cuesta mucho es relatar el afecto vinculado a los recuerdos.
  • RS Quintanillaciteerde uit6 maanden geleden
    Verdad es todo, ¿pero qué es real
  • Pamela Ipinza Mayorciteerde uit14 uur geleden
    con la capucha puesta, y decían: «Vamos, que se va el trencito». Pasábamos por el Casino de Oficiales, y ellos nos veían pasar mientras comían o tomaban algo. En esta parte había un cartel que decía «Avenida de la felicidad».
  • Pamela Ipinza Mayorciteerde uit17 uur geleden
    Paso a buscarla por su casa a las dos de la tarde y baja vestida con jeans, una blusa blanca de lino, una prenda larga de denim liviano. Toda su ropa emana un carácter sumamente específico en el que se conjugan la sobriedad y las buenas telas. Tiene un sentido muy desarrollado para detectar cuál es el equipo conveniente en cada circunstancia: jamás demasiado vestida, jamás demasiado informal. Esa expresión externa de una adecuación constante tiene su correlato en algo más sutil: la manera en que se dirige a las personas a las cuales, por ejemplo, debe invitar a hacer alguna cosa o, por el contrario, decirles que no puede hacer tal otra. La forma en la que explica, pide, declina, podría ser la de un cónsul: el tono educado pero firme con que se dicen bestialidades sin que nadie se sienta incómodo.
  • Pamela Ipinza Mayorciteerde uit17 uur geleden
    La escucha a través de un ordenador en Estaca de Bares, un cabo de La Coruña, mientras come arroz con bogavante y bebe albariño rodeada de amigos en un restaurante cercano a la playa en la que, después de la comilona, se tumban al sol: «Era un día increíble. Cuando dieron la sentencia yo estaba con la copa de albariño y el bogavante viendo mi paisaje soñado del alma. Y sentí una gran extrañeza. Porque me daba cuenta de lo que esa sentencia significaba. Lo que me había costado personalmente. Mucho más que ninguna declaración en ningún juicio. El daño que me hicieron no me lo van a resolver porque estén ni un minuto más en la cárcel. Y estos tipos están más convencidos que nunca de que el único error que cometieron fue habernos dejado vivos. Pero el objetivo para mí no era tanto la condena, porque estos tipos coleccionan perpetuas, sino que se supiera que, además de secuestradores y asesinos, además de ladrones de niños y de propiedades, eran violadores. Hasta ahora no habían sido juzgados
  • Pamela Ipinza Mayorciteerde uit20 uur geleden
    Ya no soy más que yo
    para siempre y tú
    ya
    no serás para mí
    más que tú. Ya no estás
    en un día futuro
    no sabré dónde vives
    con quién
    ni si te acuerdas.
  • Pamela Ipinza Mayorciteerde uitgisteren
    Marx: «El problema principal de Marx es que no indica el camino. Critica el camino capitalista. Lo hace bastante bien en lo económico y se equivoca, en mi opinión, en creer que el propio proceso del capitalismo tiende a la desigualdad absoluta y que inevitablemente va a haber una rebelión. Esa historia de que el pasivo, el débil, el explotado, llegará un momento en que la intelectualidad lo transformará en un obrero consciente. Ese es más o menos el modelo grueso».
  • Pamela Ipinza Mayorciteerde uitgisteren
    Del pasado y de ahora. ¿Por qué? Porque me dediqué mucho tiempo a eso, veinte años. Milité en la Juventud Comunista. Y en el lugar más dinámico que tenía el comunismo, que eran los universitarios de la capital. Nunca más el comunismo tuvo penetración hegemónica tan fuerte. En el mundo obrero ya la había perdido. Te estoy hablando de fines de la década del sesenta. Octavio Paz define ese período, una ruptura de los jóvenes con el orden familiar y el orden social, con tres fenómenos simultáneos que son el hippismo, el Mayo francés y el guevarismo. Distintos tipos de intensidad y localización en su origen. Pero son muy parecidos, como estímulo a los jóvenes. Woodstock, 69; Mayo francés, 68; muerte del Che, 67. Bingo.
  • Pamela Ipinza Mayorciteerde uitgisteren
    hombres de mocasines blancos y medias rojas tomando daiquiris en clubes exclusivos, yates millonarios,
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