«Escucha bien, Ugo», me dijo Carnevali. «Escucha bien y así no perdemos más tiempo, ni tú ni nosotros. El fútbol no es cosa de señoritas, ¡metéoslo en la cabeza!», se puso a chillarme. «Deberíais avergonzaros. Los tiempos han cambiado. Arpinati ya no está y ahora te lo dejaremos bien claro. El entusiasmo de estas chicas hacia el deporte es loable y saludable, pero debemos pararlo y reorientarlo hacia los deportes más útiles para el régimen y más apropiados para las chicas. Y eso es lo que vamos a hacer. Que tú estés de acuerdo o no, a nosotros no nos importa».